La gran madre Tierra

A lo lejos, el bosque parecía cambiar de color, era como si la imagen se difuminara a cada paso , lo que le hacía ir más deprisa para ver qué era ese fenómeno tan extraño y a la vez acogedor. Cada vez había más luz y en ella, más placidez.

Enmarcado sobre un aro de luz dorada vió la imagen de un indio. Alrededor de su cabello, portaba una diadema de plumas. Su singular colorido le otorgaba una enorme presencia. Estaba sentado con la espalda erguida y las piernas cruzadas. Desprendía tanta naturalidad y bondad que se quedó absorta mirando. Él la miró ,con una elegante y acogedora sonrisa. «Puedes sentarte.» Y sin dudarlo tomó asiento enfrente de él ,separados por un apacible y cálido fuego.

Y el gran jefe de la tribu empezó a decir:
» En el silencio de la noche escucho al fuego , sus chasquidos y sus llamas me acompañan me hace entender muchas cosas de la vida, pero hace falta escucharlo. Por las mañanas cuando voy al río escucho su sonido y toda la fuerza de vida que contiene. Honro cada día a la Tierra por los frutos que me da para alimentarme. Escucho a los pájaros su canción infinita. Siento el aire que entra por mi nariz y doy las gracias por respirar. La madre Tierra habla constantemente y nunca deja de crear y de dar vida para que los humanos podamos vivir sobre ella.Se qué te resulta incomprensible que muchos humanos destrozen la tierra que les da de comer y ensucien las aguas con las que se sacian la sed. No te dejes llevar por la inconsciencia y el miedo. Aprende a escuchar a quien realmente te sostiene. La madre Tierra pidiendo y dándote vida .»


‌Y siguió caminando, dando las gracias por el suelo que pisaba y por la vida que se abría ante sus pies.

Maribel Latorre

Deja un comentario

Abrir chat
1
Hola! ¿En qué puedo ayudarte?